“Feliz cumpleaños 53 doctor, Bienvenido al primer día de su muerte”.
Dice la carta que recibe Frederick Ricky Starks, el psicoanalista. El autor de la carta lo involucra en un juego “atrápame si puedes”, la dificultad sigue avanzando “tienes 15 días” o promete hacerle la vida imposible. Si Starks no logra descubrir al autor de la carta pierde el juego y deberá suicidarse, de lo contrario sus seres queridos pagaran las consecuencias.
Ya imaginaras la ruptura de rutina del estable psicoanalista que antes de la llegada de la carta era completamente normal y bien planificada. Por suerte el personajes es audaz y valiente. Ahora el juego empezó para él .
Entonces ahora...
Bienvenido al primer día su muerte.
Bien para esta reseña debo destacar que John Katzenbach, autor del libro, acertó muy bien en elegir el argumento de su historia. El personaje principal va creciendo junto al lector con fluidez, sufrirás con cada nuevo desafío que Ricky Starks enfrenta, igual con los personajes secundarios. El suspenso te mantendrá pegado al libro en todo momento (a pesar que a veces la trama va algo floja) pero vas a querer saber como termina el libro.
El libro tiene tres partes: Una carta amenazadora, el hombre que nunca existió y por ultimo hasta lo malos poetas aman la muerte.
¿Eres capaz de acompañar a Frederick Ricky Starks en su viaje para encontrar al autor de la carta amenazadora?
Aquí un fragmento de la carta, pero también puedes leerlo en el libro:
Feliz 53° cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.
Pertenezco a algún momento de su pasado.
Usted arruinó mi vida. Quizá no sepa cómo, por qué o cuándo, pero lo hizo. Llenó todos mis instantes de desastre y tristeza. Arruinó mi vida. Y ahora estoy decidido a arruinar la suya.
Al principio pensé que debería matarlo para ajustarle las cuentas, sencillamente. Pero me di cuenta de que eso era demasiado sencillo. Es un objetivo patéticamente fácil, doctor. De día, no cierra las puertas con llave. Da siempre el mismo paseo por la misma rutina de lunes a viernes. Los fines de semana sigue siendo de lo más predecible, hasta la salida del domingo por la mañana para comprar el Times y tomar un bollo y un café con dos terrones de azúcar y sin leche en el moderno bar situado dos calles más abajo de su casa.
Demasiado fácil. Acecharlo y matarlo no habría supuesto ningún desafío. Y, dada la facilidad de ese asesinato, no estaba seguro de que me proporcionara la satisfacción necesaria. He decidido que prefiero que se suicide.
Suicídese, doctor.
2 comentarios:
Gracias a mi grupo, que me recomendo tan bello libro 😀
Este libro es genial ... me encantaría que hicieses una reseña de "La historia del loco" , del mismo autor ...
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