Cuento: El retrato de una mujer + video

Después de mucho tiempo he vuelto a escribir una historia, ya he publicado relatos, poemas, hasta incluso una novela (esta ultima lastimosamente no la subí a este blog), pero hoy les traigo un cuento que ya había terminado hace ya tiempo atrás y que por falta de tiempo no pude compartirlo. Eso no es todo, este cuento también fue ilustrado por el talentoso Luis Maldonado a quien le debo las gracias por su paciencia con mis ideas algo descabelladas. Los dibujos están compilados en un video que podrás disfrutar.
Sin más que decir les dejo el cuento de el retrato de una mujer


El retrato de una mujer
Por: Javier Conde

Érase una vez una niña, hija de un temible terrateniente, que esperaba un atisbo de esperanza
detrás de aquellas ventanas. Era compresible que esperase al hijo del zapatero, un niño que vestía con trapos, pero que con su ingenio la hacia sonreír; una sonrisa misteriosa, incomprensible, pero sincera. Una dama jamás sonríe le habían enseñado desde pequeña. 
Magdalena era el nombre de aquella niña. Cada noche se escapaba con el hijo del zapatero y se escondían  detrás de la casa. Él le enseñaba un libro que había pasado por tantas manos que las letras apenas se leían. En la portada un hombre vestido con un traje elegante. 
Cuando el padre de Magdalena se entera que su hija se encuentra con aquel niño, decide echar al viejo zapatero junto a su hijo. En la sala llena de cuadros pintados, el niño deja su libro junto a un retrato gigantesco de una mujer vestida elegante, pero con la mirada taciturna y seria. ¿Cuántos años habrá estado aquella mujer con esa misma expresión? 
Desearía ser como él, dijo el niño viendo la portada de su libro. Para estar con alguien como ella. Miró el imponente cuadro. 
Aquella noche del libro salió un hombre: con el traje empolvado, arrugado y viejo, pero su sombrero de copa alta estaba  bien cuidado. Se acercó al cuadro de la mujer y le extendió la mano, la mujer pintada se desprendió del cuadro, su cárcel. Ambos se miraron,  el hombre sonrió y la mujer que toda su vida vivió con gesto serio pintado en el rostro pudo esbozar un sonrisa; misteriosa, incomprensible, pero sincera.
Después de muchos años un hombre con los zapatos brillantes y un sombrero de copa alta toca la puerta. Magdalena, ya una joven bella abre y se encuentra con el hijo del zapatero hecho un caballero. El hombre hace una venia y la mujer sonríe adusta. Ahora sonreirían por siempre, estaban destinados a hacerlo juntos.



2 comentarios:

Walter Paz Maydana dijo...

Un muy buen cuento corto, y a la vez una interesante narración.

Javier Conde dijo...

Gracias Walter! ☺

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